Nuestro primer contacto con esta comarca de Granadilla de Abona fue a través del trabajo realizado durante cinco años desde el laboratorio insular de vinos del Cabildo de Tenerife, que nos permitió ganarnos la confianza de los agricultores y poder ir mejorando poco a poco los caldos de la zona.
Esa confianza fue el incentivo para crear nuestro pequeño laboratorio para analizar uva, mostos y vinos con los parámetros necesarios para garantizar una correcta acidez, graduación alcohólica, color, aromas, taninos, etc.
Tratamos de mejorar los caldos de los agricultores utilizando las técnicas más novedosas del mercado, siempre sin alterar la calidad del producto y sobre todo, respetando la buena materia prima de cada zona.